
Las velas de Mano de Fátima (o Jamsa) se usan esotéricamente para atraer protección contra el mal de ojo, la envidia y las energías negativas, así como para traer buena suerte, prosperidad y felicidad a la persona que las enciende o al lugar donde se utilizan. También pueden servir como un recordatorio de la fe y la espiritualidad, fortalecer la meditación y la práctica espiritual, y alejar o "tumbar" trabajos de magia negra o hechizos que afecten la salud, el amor o la economía.
Usos esotéricos principales:
- Protección:
Actúan como un amuleto protector contra todo tipo de negatividad, incluyendo el mal de ojo, la envidia y otras energías dañinas.
- Buena suerte y prosperidad:
Se cree que su encendido atrae la buena suerte, la fortuna y la felicidad.
- Limpieza energética:
Ayudan a eliminar o "tumbar" energías negativas y trabajos de magia negra que puedan estar afectando la salud, el trabajo o las relaciones.
- Fomenta la espiritualidad:
Sirven como un elemento para potenciar la conexión espiritual, la meditación y la práctica de yoga, así como para fomentar la lealtad y la fe.
Cómo se usa en rituales:
- Se puede encender para crear un espacio sagrado y atraer la fuerza celestial de protección.
- Se utiliza en rituales mágicos para potenciar el poder del símbolo de la Mano de Fátima.
- Su color puede variar, aportando una simbología específica según el propósito del ritual.
Simbolismo asociado:
- La Mano de Fátima es un símbolo antiguo y poderoso que representa la protección.
- En el Islam, está asociada con Fátima Zahra, hija del profeta Mahoma, y representa valores como la fe y la paciencia.
- Sus cinco dedos pueden simbolizar los cinco pilares del Islam: fe, caridad, ayuno, peregrinación y oración.